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martes, 10 de agosto de 2010

saltos de trampolín...una prueba más de lo poco que reflexionamos

Estaba viendo los saltos de trampolín en la TV , y mientras apreciaba la pericia de los saltadores he recordado y vuelto a vivir lo que hace años ya me sorprendía, pero en aquella época no existían los blogs...
Os cuento:cuando a un atleta se le aplaude , en principio y digo bien en principio, es para ofrecerle un premio sonoro en reconocimiento a su trabajo, ejecución o lo que queráis que acabe de hacer como puede ser saltar un listón, batir una nueva marca o ganar una carrera. El atleta lo escucha y en principio siente satisfacción.

Ahora bien, un saltador de trampolín entra en el agua al finalizar el salto y permanece un promedio (lo he cronometrado hoy) de 4 segundos sumergido mientras el público ya ha empezado a aplaudir sin que este pueda "recibir auditivamente" su premio.
Porque no se le aplaude en cuanto este saca la cabeza de dentro del agua? porque se le aplaude antes? reflexiono y no lo entiendo, todos aplauden a la vez y empiezan a hacerlo justo cuando el atleta se sumerge y no puede oirles !!! y pasan 4 segundos aplaudiendo a alguien que no puede escucharles , me parece al menos curioso.Si yo asistiera a una competición de saltos empezaría a aplaudir en cuanto el hombre o la mujer emergieran, no antes.
Las masas funcionan por inercias e imitación, se dejan arrastrar por sus emociones , lo más fácil es hacer lo que hacen los demás sin plantearse si es lo mejor.Nuestro cerebro parece como "vago" a la hora de ejecutar la mayoría de sus acciones, las inconscientes (90%).Al no replantearnos esta mayoría de acciones, que por otro lado creemos que son conscientes, no podemos optimizar nuestro comportamiento, hacer cosas más útiles, más prácticas, más efectivas, dejar de hacer cosas inútiles.

Considero un excelente ejercicio acostumbrar a nuestra mente inconsciente a replantear nuestras conductas e intenciones de comunicación .Si lo lograis conscientemente durante unas semanas,reflexionando y replanteando cada una de vuestras acciones para intentar mejorarlas, haréis de este hábito algo inconsciente y os sentireis mejor.Yo lo hago , me gusta, me sirve y aunque no siempre me acuerdo procuro estar atento.

2 comentarios:

  1. No se si nuestro cerebro es vago o no, o lo que hace nuestra consciencia o inconsciencia, lo que si se es que la conducta humana en nuestra sociedad es cada vez más egocéntrica donde los valores intrínsecos estan por encima de los extrínsicos. Sin querer nos volvemos egoistas y preferimos ver que los demás vean como aplaudimos a un deportista antes que hacerlo al verdadero protagonista. Debemos pensar en que parte de nuestros valores son sociales y no sólo personales. Otra opción que creo que hay que valorar. Un saludo

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  2. Marcos, yo discrepo un poquito...creo q el nadador SÍ recibe la vibración de los aplausos, a pesar de que no sea acústico, pero es un halo de admiración y cariño que le rodea, preludio a que emerja...y el público lo premia desde el primer momento...el nadador también sabe en el silencio de la piscina, mientras sube, que fuera le espera la gloria, que se le está esperando, celebrando, y que lo primero que escuchará cuando salga del agua, es un aplauso atronador que empezó con su estela en el agua...con lo cual, dicho aplauso ha de nacer previo a q salga del agua..

    Eso por una parte, y por otra, una reflexión desde otra perspectiva: ..¿porqué se aplaude después de un minuto de silencio o cuando se recuerda a un muerto que no está? El aplauso es una EXPRESIÓN de distintos sentimientos y emociones humanas, a veces, INDEPENDIENTEMENTE del destinatario...es como la risa, las lágrimas, un grito, un gesto, o cualquier otra EXPRESIÓN DE UNA EMOCIÓN...

    Es mi humilde aportación...
    Un beso, Alba

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